Soñaba con que un sueño algún día
me despejara del sueño en el qué dormía;
una vez ocurrió me volví corriendo
al único mundo que conocía;
mas si no hubiera pisado aquel valle,
aunque sólo fuera por horas, por días,
hoy no vería el tiempo en movimiento,
no alcanzaría a calcular las medidas
del área de una nube ni podría observar
el viento que empuja una duna;
y no es que me inquiete esta vida,
ni siquiera tengo motivos de rechazar
que sólo soy la ecuación de una duda;
no me molesta sentir el final, justo aquí,
sabiendo que allí se expanden los días,
tanto, que no es preciso pensar el tic tac
de la vida, ya que no sirve a su forma
ni el tiempo ni la proporción, tan sólo
el cumplir con las tareas sencillas,
tales, como el nunca ceder al vacío,
y el hacerse inmortal entre tantas vidas,
aunque en ésta me toque dormir en la orilla.
César C. Barrau
31-07-2022