Santiago Chacón M.

Quiero...

Quiero abrazarte, pero no con uno de esos abrazos que se dan los adultos, tan secos y efímeros; quiero abrazarte tan fuerte como un niño lo hace después de recibir un obsequio que tanto anhelaba...

Quiero quedarme en tus brazos el tiempo suficiente como para sentir esa paz que a mi vida le falta...

Quiero que tu tacto me deje marcas tan tenues sobre mis brazos, pero a la vez tan fuertes que ni siquiera la misma ducha pueda borrar...

Quiero, quiero que estemos en nuestros brazos.

- Santiago Ch.