Eterna en sus quehaceres sea
de un plumazo vista como quimera
ni endeble del tiempo se plantea
una belleza intacta a nuestra vera.
De nuestro lado nunca se separa
guarda imaginaria su rutina
en verdad no la vemos nada rara
ni malgasta espacios de disciplina,
patrocina su leche bajo la pintura
cada mañana y a la misma hora:
enorme conservatorio de lisura
ni perdida en edad pasa ahora.
(Agosto 2.022)