¡Válgame el cielo, qué leo!
¡válgame el cielo... el disgusto!
Este edicto es de tebeo.
Es un juez carente en gusto.
Usó mal las formas, creo.
Usó la vileza y el susto;
muy malo es en el planteo
y su argumento vetusto.
¿De noble causa?, ¡me meo!
Pues no me parece justo,
sabotea el veraneo
y siendo contra mi gusto.
¡Sopor tenaz capoteo!
¡Presi no sea un adusto!,
si en piscina, el cotilleo
y aperitivo degusto.
No me andaré con rodeo;
le pensé patrón augusto,
mas ahora no lo veo
quebró mi sentir robusto.
Rafael Huertes Lacalle