clonariel

CONTEMPLACIÓN

La mañana en tu cuerpo

hace pinceladas doradas.

Entre mis brazos tu eres

una alondra acurrucada.

Tras la ventana, el frío

enciende añejas escarchas.

 

Eres todo en un instante,

rio secreto y luz ambigua,

cántaro de mojada sombra

y espesor en mi cintura.

En ti crece la cruel belleza

de una rosa impura.

 

Nunca he de abandonarte

amor, amante, sin ti a mi lado

veloz cae por mi alma

el presentimiento de lo lejano,

como quien en vano busca

lo perdido entre los años.  

 

En tu cuerpo la llamarada

de mi avidez es tenaz y libre.  

Tu boca, tu vientre, tus muslos

son como el árbol que exigue

lluvia en el verano,

en la sed que siempre vive.

 

Y así, como quien suspira

en la mañana entre el sueño,

por ti voy, rumbo vulnerable,

al destino incierto, poseso

en el amor, dichoso, sumiso,

como mi boca ante tu beso.