Quiero saber el secreto
para la felicidad,
esa olvidada verdad
que se oculta en el decreto;
siempre mostrarme discreto,
sin aceptar la maldad,
menos aún la crueldad
un recurso ya obsoleto;
el secreto es el amor,
la fraternal convivencia,
que ese secreto fervor
se conjugue en nuestra esencia;
trascender todo dolor
en la eterna permanencia...