Sórdido y en la vida, el agua refleja los cielos
y debajo de tu herida, surge afilado el espejo
entrando en el caudal tibio de tu sangre
nadando peces de dolor camino se abren
hacia abajo de charcas y vasos umbríos profundos
que en tus lágrimas viven en templos de segundos
\"hechizando el tiempo para que inmisericorde no avance\"
y al final en ti hacen raíz y se clavan
en el corazón, en esencias, adentrando
buscando, llorando, en el velo rasgando
para encontrarse en el centro del alma
Porque amargas son las lágrimas, mas que saladas
gimiendo vas por ayuda, pero la soledad te haya
llega a su destino, y en el espíritu, todo esto se diluye.