Poseo la esperanza que se aferra
al noble pensamiento de armonía;
y acabe de una vez la noche umbría
de llantos, de miserias y de guerra.
Confío plenamente que la tierra
habrá de vislumbrar el nuevo día;
que trae del amor su melodía
y sombras de impiedad su luz destierra.
Escucho de los pájaros el trino
que anuncian con fervor la gran noticia,
que viene ya la paz por el camino
trayendo de equidad feliz caricia,
y carga en sus alforjas el destino
de un mundo gobernado con justicia.
Autor: Aníbal Rodríguez.