Nixe trae las aguas turbias
al remanso estancado
de este lecho.
Revierte el caudal parduzco
en la fuente. Muere ocre el día,
ennegrecido por la vasta corriente
que alcanza, vehemente,
el raudal sinuoso de las ansias.
Sumisión inefablemente
muda. Entrega inconfesable.
Rendición arcana.