¿Lo notaste? Nada quedó de ese ayer misterioso que cubría de verdes aleluyas los campos florecidos. Nada de esa luz que reflejaba desde lo alto la gama de estrellas. Y nada del hilo vivinvisible que unía al hombre con los latidos de la madre tierra.
No obstante, el perfume de las rosas que yacían a la orilla del sendero, la intensidad de los rayos de luz celeste sobre el manto sacro del orbe, y los graciosos y saltarines felinos, dieron forma a una ola inquebrantable de recuerdos que, se tatuaron en el alma como hierro embravecido.
Hay un mundo extraño y maravilloso dentro el ser, que a veces se muestra tal cual ante la mirada incrédula y esquiva.
Pero no ha sido por los recuerdos que escribo ahora, sino por la orla de ironía que se pinta en la comisura de mis labios. Sentirme distinta, deshacer en pedazos la cruel monotonía y hacer de los días grises, un perfume perenne del alba.
Un verso
Un instante
Un suspiro
Por el tiempo ido
Por el beso que no llegó
Por la carta no recibida
Por el poema soñado
Por la esquela sin nombre
Por ese instante que la vida no fue
Por ese destino que no unió
Viva sea la llama que de ello broto
Imagen: Créditos a su creador.
Luz Marina Méndez Carrillo/02/082022/ Derechos de autor reservados.
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