Una dama iberica
entrando a un jolgorio
era una fiesta rica
celebrando un matrimonio.
Gritando a todo pulmón
para que el mundo la oyera
al cura le dijo un sermón
aunque no le creyera.
Del novio soy la señora
que he sido la más sortilejiada
y me ha dejado por sonora,
el cura le dijo no creo, usted es un hada.
No venga con charlas de decencia
mi palabra es sana y vale oro
Dama creo en su inocencia,
se nota que es tu tesoro.
Mira Adán de pacotilla
cura sacerdotal
yo no soy de tu costilla
arreglemos este mal.
Es un brujo ese novio
que se las dio de atrevido
pues a mi no me vio
metido en ese vestido.
Si no ha de hacerme caso
hay quien contento estaría
ese superior que viste raso
por su herejía lo castigaría.
Me conozco las leyes
siempre de punta a cabo
soy de la corte de reyes
nadie me pisa el rabo.
O si quiere lo definimos
al cachi pum de inmediato
a la niña la despedimos
y me quedo con el brujo y su gato.