Confusión. Miedo. Desamparo.
Sueño. Pesadilla. Horror. Virtud.
Entre las paredes de un horizonte intangible,
la espuma nace de los muros de escarcha
y corre hacia el alto pico rocoso,
acorralado por el filo de las astas de la bruma.
Las rosas heladas lloran, la muerte las está mirando.
Restos de polvo y alma desfallecen por el aire inerte.
Allí, donde la certeza perturba, no existen ríos,
ni vientos, ni ramas, porque todo al sentir
se vuelve un abismo, un espejismo, una ilusión surcada.