Cuando el inmaduro grita,
el inteligente… calla.
¡El silencio es la muralla,
si la causa lo amerita!
El inmaduro te quita
la paz, como un gran canalla,
si te arrastra a su batalla
provocándote una cuita.
¡Cómo abunda el inmaduro
caminando por doquier,
porque siempre es inseguro
hasta de su propio ser!
Y pa´ ponerte en apuro…
¡Siempre buscará ofender!