Costumbre, viejo rito, espejos del pasado del que huimos;
costumbre, que suplanta a la razón escondida en los rincones,
entre juegos malabares, que, en el sueño de la mente, inventamos,
reflexiones y añoranzas, pasado de lujuria, en el tiempo detenido,
esbozo de esperanza escondida, en el hondo mar de la memoria;
pánico de culpa sin sentido, de ira y rencores dejados en el olvido
Costumbre que cruza el abismo infinito, desnudando ilusiones,
se pregunta, por qué la costumbre se perdió allá en el horizonte
Muriéndose, a la alborada, la esperanza de costumbre y de hastío,
rescata al pensamiento, dejando naufragando en el mar de la poesía
Costumbre cautiva que, dormida, estuvo en el sueño de la mente