De armónicas facciones
dibuja tus perfiles la pureza,
y trama recrearse en tu belleza
el ojo fascinado,
que observa atribulado y deseoso
tu cuerpo esplendoroso,
yaciente sobre el lecho recostado.
Limítrofe a tu lado,
haciéndome ilusiones,
te veo y lo que veo son visiones.
Y olvido las razones
que me dieron tu ultraje y tu vileza,
abrigando en mi mente la certeza
de estar enamorado
del contorno que luce esplendoroso
sobre el tapiz sedoso
del tálamo al que acudo enajenado.
Me tiene sin cuidado
amar sin condiciones,
que es mirarte y sufrir palpitaciones.