¿Qué tienes, porqué tanto llanto?
Acércate que yo a ti, te escucharé.
Sí, te lo diré pero al oído, lo haré.
¿Oye, ven acá, qué te duele tanto?
****
Triste es la querella de unos niños.
Éste me teme, pero yo me acercaré.
En mi caso, jamás, amor yo les fingiré.
Ganar esa, su confianza, atrae el cariño.
****
¡Oh, mi Dios, ellos son tan frágiles!
Y, ante otros, deben ser discretos.
Ante ti, deben guardar “El Secreto”.
De unos adultos, de mentes ágiles.
****
Acá hay, es maldad, y no es un juego.
Y ellos deben callar el furtivo secreto.
Un sedante calmará al niño inquieto.
El rapaz todo calla y juega con fuego.
****
Si te dicen que, el niño, abuso aceptó,
Pregúntale y obsérvalo fijo a los ojos.
Ponte ante el pillo, un fuerte cerrojo.
Ya que del vil, al niño, nadie defendió.