Un gallo parte la noche;
mal presagio, cinco y cuarto.
Te sueño. Te veo negarme
con una daga bajo el manto
y un candil entre las manos.
Por tres veces me perjuras.
Tres veces, me has negado.
Tus palabras negros clavos
ansiosos, por clavar manos.
¿Quién me vela y me desvela?
¿Quién desclavará mis manos
un viernes de agosto al claro?
¿El conjuro de tu manto?
¿O tu voz de negros clavos?
Uno es mortaja; la otra: presagio.
Y todo, a las cinco y cuarto.
Claudio M. López ®️
Instagram: @claudiomlopez