El tiempo me falta y,
mientras no dejo de perderlo,
-llevo demasiados años así-,
incapaz soy de dejar de quejarme de todo.
Mi infierno trabaja por ser feliz
en busca de cualquier argumento que sustente
este existir.
Busco ese manantial que, dicen, alimenta almas
Y no he dejado de recorrer, desde la más total desnudez,
cualquier ruta que algo aportara y
me fuera de ayuda, pero…
…aquí sigo…
… perdiendo el tiempo quejándome…