Dime lo que piensas
tú de todo esto:
maldita vida injusta
que me obliga a romperlo
todo en pedazos...
Esperando a la Muerte
no sé a dónde voy
por mi destino marcado
con una sonrisa en el rostro
pensando maldades...
Y cuando se acabe
estaré ahí esperándote
con un arma cargada
y veneno en la lengua,
porque yo no soy legal
y si la lío de nuevo
acabaré ingresado
sin fecha de retorno
a ninguna parte mejor.
Me transformo en otro
y ya no soy
alguien a quien tú conozcas
ni por asomo...
Mi religión me traicionó
y ahora la cambio por dosis
del mismo sopor.