La carta que me enviaste decía cosas tétricas
y estaba escrita en versos de estética medida;
no pude descifrarlos, me ha costado la vida
saber que son figuras de talle geométricas.
Aun siendo yo el maestro de la literatura
confirmo con el alma que ha sido cosa seria;
la carta de mi novia va en forma y no es figura
estoy tan admirado; ¡que bella es la materia!
De estar muy admirado, también voy confundido,
el tema de la carta cautiva la memoria.
Por eso siempre digo que él pájaro en su nido
construye su familia y goza toda la gloria.
Las letras de la carta decían tan dichosas
«que cuando mucho se ama la mente no despierta:
el pecho se acelera después de tantas cosas
y queda el pensamiento tocándote a la puerta».
Mis sueños son contigo, de veras van constantes
al claro de la noche que nos regala Dios.
Las horas me las paso pintando sus semblantes
y creo que hasta el alma se me ha partido en dos.
Samuel Dixon [05/08/2022]