\"Conviviendo en armonía\"
(Maikel Mendoza)
Disfrutando mi alimento,
sentado estaba en la mesa,
y un canto de gran belleza,
escuché en ese momento,
salí al patio a paso lento,
porque tuve la certeza,
que había algo en la maleza,
y allí me mantuve atento.
En un muro de cemento,
sobre una varilla gruesa,
se aferraban con firmeza,
los restos de un monumento,
de acercarme hice el intento,
y otra vez el canto empieza,
ya no con delicadeza,
sí con diferente acento.
De un atacante violento,
sufrió golpes mi cabeza,
fué un ave que con fiereza,
condenó mi atrevimiento,
de acercarme a su aposento.
Dijo en su naturaleza:
!si es que a mi nido regresa,
de nuevo a este intruso enfrento!.
Con rabia dije: (no miento)
\"de mi gata la tigresa
Muy pronto serás su presa
Pajarraco pestilento\".
Reflexioné y me arrepiento,
De actuar con esa torpeza,
porque el ave con nobleza,
cuidaba un pichón hambriento.
Hoy digo sin aspaviento :
su cantar me desestresa,
y valoro la grandeza,
de tener entendimiento;
estos valores fomento,
porque es una gran riqueza,
convivir con gentileza,
!Contra esto no hay argumento!