Me estoy muriendo de amor,
pues he nacido para amar,
pues he nacido para dar
de mi vida, lo mejor;
me he entregado a ese fervor
de. sin medida, entregar,
nada me puedo llevar
sino tan solo el valor
de los bienes más sutiles,
placeres del corazón,
esos valores gentiles
siempre plenos de pasión,
como en aquellos abriles
cuán me di sin condición...