Muy de mañana me sorprendes,
con tu dulce canto que ameniza,
mis mañanas con tus comparsas,
eres mi ruiseñor de alas brillantes.
Oculto con el follaje de las ramas,
regresas como cada noche,
a enamorarme con tus acordes…
tan extasiantes... son tus coplas.
Ruiseñor de cantos subyugantes,
es tu clamor un himno de amor,
que eclipsa los sonidos nocturnos,
ataviando de un rojo intenso tu pecho.