¿Por qué nos alegramos en las bodas y lloramos en los funerales?
Porque no somos la persona involucrada.
EN LA MAÑANA MISMA DE LA BODA- LE LLAMA Y LE DICE- SI TÚ ME DICES QUE NO ME CASE NO LO HARÉ. EL SE ACOBARDA Y GUARDA SILENCIO
AL DECIR HILDA, SI ACEPTO- EN SU BODA- LE LIBERA DE UNA GRAN CARGA Y EL CON UNA GRAN SONRISA DE SATISFACCIÓN DIJO “ DE LA QUE ME SALVE”.
POR LO CUAL PROCEDIÓ A FELICITAR AL FÉLIZ NOVIO UN DOCTOR QUE, SE ACABA DE CONVERTIR EN SU MEJOR AMIGO SIN EL SABERLO
SE PREGUNTÓ COMO ES ¿QUE MI AMOR ERAN TAN CIEGO?
Y RECAPACITÓ, NO ERA CIEGO ERA UN RETRASADO MENTAL, COMO ES QUE ME COMPROMETÍ TANTO EN ESA RELACIÓN QUE ME AHOGARÍA Y ME HARÍA PERDER MI LIBERTAD.
PASARON LOS AÑOS, SOLO FUERON 10, HILDA LE LLAMA POR TELEFONO Y LE DICE QUE LO NECESITA QUE SU ESPOSO EL FAMOSO DOCTOR ACABABA DE FALLECER, Y QUE NECESITABA ALGUIEN EN ESTOS MOMENTOS DE TRISTEZA Y QUE LE AYUDARA CON LOS TRÁMITES DEL FUNERAL.
EL RECUERO DE SU AMISTAD Y AVENTURA CON ELLA DECIDE AYUDARLA Y LA ACOMPAÑA. CUANDO DESPUÉS DE REALIZAR TODOS LOS MENCIONADOS TRAMITES SE APRESTABAN A DAR EL ULTIMO ADIOS, AL MOMENTO QUE ELLA TOMA UN PUÑADO DE TIERRA PARA DESPEDIRSE, VOLTEA CON EL Y LE DICE “NUNCA TE HE OLVIDADO, SIEMPRE TE SEGUÍ AMANDO, ESPERO QUE AHORA QUE SOY LIBRE PODAMOS REANUDAR NUESTRO AMOR”
EL SOLTÓ UNA LÁGRIMA DE DOLOR VERDADERO Y LE DICE EN EL PENSAMIENTO
“MAL AMIGO MAL ENDOSO ME DEJAS”