De rico que era, tanto
acumulaba y todo
iba para la saca,
de condición austera
viviendo como un pobre.
Al morir... su dinero
gastaban y gastaban.
Nada pudo llevarse,
ni siquiera su cuerpo
ni al más allá ni al más
acá, y para remate,
con total ligereza
quedó depositado
en lúgubre lugar
con lápida tan gruesa
que de allí no saliera,
su cuerpo quedó en tierra
mas toda su riqueza.