Antonio Martín

Todo para mí

 

De rico que era, tanto
acumulaba y todo
iba para la saca, 
de condición austera
viviendo como un pobre. 

Al morir... su dinero
gastaban y gastaban. 

Nada pudo llevarse, 
ni siquiera su cuerpo
ni al más allá ni al más  
acá, y para remate, 
con total ligereza
quedó depositado 
en lúgubre lugar
con lápida tan gruesa
que de allí no saliera, 
su cuerpo quedó en tierra
mas toda su riqueza.