Ella:
Salúdame a León, dile que aún lo recuerdo, pero no por los años de mi vida , sino por un día del tiempo, y de hoy hasta la eternidad .......
Lo recuerdo, pero no por el viento del camino ni por los poemas de Dario, sino por el soplo de sus versos a mi oído.
Lo recuerdo pero no por su brillo ni por su calor, sino por su abrazo y su abrigo ...
Dile que aún lo recuerdo pero no por lo que conocíó él de mi , sino por lo que descubrí de mi por él....
Salúdame a León, dile que aun lo recuerdo
Lo recuerdo por que me enseñó lo que no veía ,
lo recuerdo por que escapó de la jauría y me mostró su alma libre ,
Lo recuerdo por que me tomó y su mano pudo ser mía
Lo recuerdo por lo que viví estando despierta y por lo que soñé estando dormida
El:
¿¡ Amor, eso tu me lo dijiste al oído? O a caso es un deliro de mi mente muy frecuente?!
Hoy no te veo y te miro en cada gente ,
te encuentro donde no estas y te recuerdo allá , en el León de la distancia, en aquel que fuimos alguna vez y que hoy solo en mi mente.