De esta copa
se vierte todo
un sinsentido,
un mar de olas
que redoblan
en nombre
de un ser sin causa
por la vida andando
que no se cansa,
la lluvia fina
de su esperanza,
espíritu errante
de casa en casa
hoy vuelve a su margen
aquí al recuadro,
a mis catástrofes,
solo el silencio
deja a su paso,
las dudas y el eco
de su rechazo
mudando de pieles
a cada rato
con un algo de tenue,
que se va esfumando...
Así son los días sin ti
como un llanto de pena
de un niño febril
y suplicándote, en fin,
que me ahogues en seda
la pulsación permanente
y estas ganas de verte
venir desde lejos
a mi encuentro serena
(tal vez me demuestres
que vales más que cualquiera...)
con un brillo en los dientes
semejante al de perlas.
Yo buscándote siempre
se me va la conciencia
sin promesa de vuelta
a donde tú estés
esperando también
a que lleguen los sueños
a cumplirse en la vida,
que hacen falta más besos,
caricias...
Y en la nube reír
cada chiste que digas,
que se acaban los días
en un delirio muy gris.