Danny McGee

BÉSAME.

BÉSAME.​


Bésame… haz que gire de una vez el astro que me prometiste… y no lo lleves a las sombras de tus tan alzadas dudas. Ven a verme en el futuro de tus labios en los míos.​

Construye la sonrisa que los vientos envidiaban cuando aquel otoño entero era simplemente nuestro. Ven a darme la mirada que en mi alma hallaba siempre bellas semejanzas.​

Dibújame el regreso de mis ojos en los tuyos, liberando aquel hechizo que tú hacías permanente: una paz que no soltaba su vital significado.​

Vuelve, amada mía. Regresa a ser un beso donde la noche nunca fue a olvidarte, y no te olvides nunca que yo fui el que contemplaba contigo las estrellas.​

Devuélveme el destino de la brisa en tu semblante, de aquella flor silente que elevaste con tus manos y que simplemente era una parte de mi alma.​

Bésame… haz que gire de una vez el astro que me prometiste… y no lo sueltes por el mundo por no saber soñarlo. Ven a verme en el futuro de tus labios en los míos.​

Construye la sonrisa que los vientos envidiaban cuando aquel otoño entero era simplemente nuestro. Ven a darme la palabra que en mi alma hallaba siempre nuevas esperanzas.​