Los rayos de conciencia iluminan la oscura noche, creando los más horribles pensamientos, no hay palabras, solo hay sentimientos, anhelos, deseos.
Mi mente acepta la realidad, choca con la dosis de realidad que le toca asumir, duele, duele mucho, hay algo dentro de mi que me grita que no puedo seguir intentando engañarme a mi misma.
Al llegar el día de tu partida, ese mismo día te llevas contigo mis anhelos, mis deseos, mi amor. Tengo que aceptar que no hay nada más allá de eso, tengo que aceptar con dolor en el pecho que esto que tenemos duró el tiempo necesario para amarte. En momentos como estos mi corazón llora, llora inconsolable por lo injusto que es el tiempo, por lo cruel que es la realidad, que soy fuerte? Seguramente ha de ser así, esa sería la única razón por la podría estar de pie ahora mismo y no derrumbarme por lo inevitable.
A quien quiero engañar? Tarde o temprano vas a desear la suavidad de unos labios, el calor de un abrazo, la ternura de un beso, el amor de una buena mujer, y lo tendrás porque así será. Yo necesitaré lo mismo, el amor de un buen hombre. Y aunque mi alma deseé que ese hombre solo seas tú, la realidad es que la distancia abrirá una brecha tan grande que no serás precisamente tú quien la siga acompañando en su paso por este universo. Ya no se trata de lo que yo quiera, de lo que anhele, de lo que haga, se trata de que tarde o temprano ambos necesitaremos de alguien y ese alguien estará muy lejos para abrazar, para sentir, para besar, para acompañar.
No me queda más que llorar ahora, llorar y limpiar todo mi ser.
Que esto me dejara enseñanza, que seré una mujer diferente después de esto, si, es verdad! Le estás preparando el terreno al próximo ser que llegue a mi vida, que no le será nada fácil y que pido al universo sea tal cual como necesite que sea. No quería amar de nuevo, por evitar esto que hoy siento, lo diferente esta vez es que no puedo permitir derrumbarme, desistir, esconderme bajo las sábanas y dejar que la noche oscura me invada de dolor. Mi corazón llora, muy dentro de mi, mi rostro refleja serenidad, conciencia y sabiduría mientras mi mente y mi pecho se revientan de tristeza. A todas estas, solo tengo que aceptar y entender que llegaste a mi vida no para amarte sino para amarme a mi misma, todo ese proceso de amor propio, todo ese proceso de modificar pensamientos, todo esto que vivo ahora era necesario y la vida nuevamente me está señalando que es la decisión correcta y que debo enfrentarla sola, lo hizo hace unos años y lo hace de nuevo ahora, este proceso tarde o temprano llegaría y debo vivirlo sola. Ahora solo puedo dar gracias a pesar de lo difícil que es aceptar que esto termine, a pesar de las noches en las que te voy a llorar y te voy a extrañar, a pesar de los días en los que la nostalgia se hará presente, no me queda más que dar gracias por el tiempo que me brindaste, por el amor que me diste, por todo lo bonito que me regalaste, por tus palabras, tus besos, tus abrazos, tu amor.
N.C.V.P