posita

LA TREGUA

el silencio,

las piezas perdidas de una vida

de promesas rotas; 

y los cuerpos siguen tibios,

deambulando,

esquivando la mirada,

van, vienen, 

tratando de seguir para no aceptar  que están muertos;

y los cuerpos siguen tibios,

tibios para la tregua, tibios para la cama.