Cae la tarde y disfrutamos de un momento de relax en este pedazo de mar recién descubierto, una playa tranquila, sin risas de niños y ladridos de perros.
Con extraña lentitud, alternando con besos aplicas la crema solar sobre mi piel. Hay algo inusual en el brillo de tu mirada, en esa potente insinuación que choca contra mis glúteos cuando masajeas mi espalda. Nunca dejo pasar una provocación pero esta vez finjo no darme por enterada, contemplando esa línea que se pierde en el horizonte.
Poco después camino hacia el agua.Tú vas detrás, mirando codicioso el contoneo del hilo azul entre mis carnes. Me tomas en tus brazos y me llevas mar adentro, lejos de miradas indiscretas.
El roce de nuestros cuerpos termina de encender el morbo. Te robo un beso con sabor a salitre mientras me acaricias con una mano.
Sabes que estoy lista para recibirte pero quieres que te lo pida, así que te susurro al oído que me hagas tuya y muy lentamente vas entrando en mí, mirando como el placer se refleja en mi rostro.
Me aprieto contra ti. Tus manos aprisionan mis caderas, acomodando los movimientos de nuestros cuerpos al ritmo marino. Mis uñas en tu espalda, tu boca callando mis gemidos.
Perdiendo ambos el sentido en medio de tanta pasión y locura hasta que me llenas con esa lava ardiente que sale de ti. Siento que tu erupción desata la mía, dejándome extasiada y casi inconsciente por la violencia del orgasmo que me estremece.
Intensity ✍️.