¿Qué nos sucede Señor?
¿Por qué abunda la violencia?
¿Por qué la ciega indolencia
ante el infame dolor?
Llena de nuevo de amor,
nuestro mundo en su carencia,
respetemos la inocencia
y procuremos fervor,
¿Dónde quedó la hermandad,
el convivir sin malicia,
esa valiosa amistad?
¿Por qué la gente no acaricia
la nueva oportunidad
de renovada primicia?...