Cuando la vida con temor te golpea
se va callando la voz y se bloquea,
cuando el intenso ruido de la ciudad
deja sordo el alma, es la realidad.
Quizás la energía, las fuerzas, los nervios,
el agobio, el sofoco sean soberbios,
tal vez la oscuridad merma describir
el momento del deseo de escribir.
Lo emocionante, que encuentras con sus luces
están al lado a esos corazones dulces,
tan amables y sonrientes del ayer.
Y te abrazan y vuelven a cobijarte,
vas sintiendo que el paso es mas innegable
retornando a casa, siendo responsable.
RegresoACasa
©Violeta