yito
Extraños
No te acerques, hacia a mí, en este día
que hoy tengo el corazón, lleno de espinas.
Una sola palabra, dejo en ruinas
al castillo de sueños que tenía.
De todas las palabras, la sombría
la que goza, del lodo en las esquinas
escuche de tus labios, tras cortinas
cubriendo de tristeza el alma mía.
Tu amor de juventud, que fuera mío
el que me dio calor, me brinda el frío
que surge como nieve en los engaños.
Demás está el perdón, cuando el olvido
al cubrir con su manto, lo vivido
nos muestra en el presente, como extraños.