Cuando amas al pasar de los cincuenta,
te aseguro que no se experimenta.
Es decisión que obliga analizarla,
¿sumas, restas? quizás multiplicarla,
finalmente, te impulsas a tomarla,
decidida, dispuesta en abrazarla.
Volverás a querer adolescente,
sin que importe opinión tan divergente.
Vivirás la pasión de quinceañera,
vestida de ilusión al renovarla,
y llenarse de amor en su presente.