Que se va sin ser palabra,
que se funde con la nada,
como cada noche amada,
como trova enamorada,
que nos quema como flama,
que nos dice antes de huir
viene un triste porvenir,
sin promesas ni mañanas,
sin olvidos ni esperanzas,
que estremece como tren,
que se vuelve un paso atrás,
que se come las fragancias
y se tiñe de arrogancias
y se va sin ofrecer
un consuelo a nuestro ser,
como amor que no es amor
ó como mar sin besar su playa,
que palpita y se aleja
y sin ser soledad nos deja,
sin la tibieza de sus rayos,
sin la frescura de sus ríos,
en cuerpos copados de fríos,
que se unge en los aromas
de las tersuras de la piel,
que rehúye a las arrugas
y se niega a hacernos fiel.
Ese amor no es nuestro amor,
ese amor es de un ayer,
que se niega hoy al dolor.
El amor al cual creer
es aquel que se eclipsa ante nuestro ser.
Andrés Romo
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