LS9

Expedición

Carol y Julio nos dicen: «la felicidad está tan cerca», 
instalados en la inmovilidad de su autopista,
si descubrimos los mundos ocultos entre las cercas
y llevamos un niño vigilante en la vista.

Todos los caminos conducen hacia adentro, 
lo inmortal late en espera de darnos cuenta
que cada orilla forma parte del centro
y la belleza nos rodea y reclama, no se sienta.

La trompeta de Jhony/Charlie Parker,
cada letra punzante en El diario de Andrés Fava,
Horacio Oliveira con su profusión de haches
y Salaver en su riña con la nada;

todos sus personajes, lanzados de cabeza
a la conquista del cielo, buscaron mal
por su empecinamiento en la certeza
de una frontera con acceso al más allá.

Pero esas puertas nunca aparecieron
y ante ellas ardieron en la rebeldía
de no conformarse ante lo que fueron
y talarse como un árbol en la vía.

Luego de tantas muertes y ensayos,
el Lobo sonrió junto a la Osita
sin más esfuerzo que mirar hacia el lado
donde el mundo-rayuela añoraba visita.