Está lloviendo afuera...
Las flores y el pasto se visten de un color verde menta
Y en las puntas de las ramas las gotas se desdibujan.
Majestuosidad y esplendor es el espectaculo que se advierte,
No es la lluvia, no son las gotas: es mi manera de verla.
Si te paras afuera, bajo la lluvia, las gotas besarán tu cuerpo
El agua correra por tus mejillas y se dormirán en tus labios
El rocío besará tus alboradas serenas como la noche
Y el crepúsculo del tiempo en tus manos encontrará el silencio.
El manto de la serenidad, pasivo en el cielo prepondera,
Las nubes atiborran de solemnidad y armonia el mismo espacio;
No hay condiciones, la escencia de una veracidad humeda
Que centellea con el brillo de las luces en las carreteras.
En las ventanas de mi alma caen las gotas; se asemejan al sonido
No, no es Dios que esta llorando, está lloviendo afuera;
Bajo los pies de Dios mismo, pues se cubre con su sombra.
La lluvia a Dios no toca, pues vuelve la lluvia dulzura amena.
La lluvia me advierte que la riqueza más grande que el ser humano tiene,
Son los valores del alma, aquellos que no todo el mundo tiene...
Una a una las gotas canturrean y un coro al unisono suena;
Esta lloviendo afuera pero la lluvia a Dios no toca... toca la naturaleza.
Es extramadamente maravilloso el sonido de la lluvia,
Melodia sin fin que a otros en su tremura envuelve
Calma, alivia, limpia el alma y su dulzura en sus brazos te envuelve.
Deja que la lluvia te acarice, te lleve en su sentir a recorrer el karma.
Ela-51518-auto-springfblvd-858pM-by:KianyabdielJ.Casado