El bosque, el musgo y las huellas
de mis pies descalzos y mi sombra
refugio de hojas ocres y ambarinas
expandiendo mi aura ondeada delicia.
La arena, las aguas y la espuma
escenario de naturaleza prolija
lleva y trae, recoge, acumula
la esencia de la vida.
Se expande desde el centro de mi pecho
la sensación abrumadora de tenerlo todo
con los brazos abiertos y las manos limpias
el amor me envuelve, neblina del tiempo
entre el cielo y las nubes la sabia nutricia.
Crezco en ramas florecidas fresias
hundiendo mis raíces en las profundidades
de mi amada tierra, de mis cumbres y colinas.
El llanto es llovizna lavando mi rostro
agradecida por estas pruebas
que atravieso, habiéndolas elegido
para quererte, y quererme
para perderme y encontrarme
para navegar historias
para nadar en contra de la corriente
en un río creciendo en mis vertientes.
Quiero y amo el vértigo que me provoca
el viento golpeándome la cara,
flameando en mis ropas
el vértigo de la vida fluyendo
sorprendiéndome
en un arrebato desenfrenado
sediento, estrepitosos y cuántico.
porque estoy viva y siento
el canto de mis versos.
Y me hablan los silencios
la tormenta en mis adentros
la ternura, la dulzura
en esta mortal que alumbra
¡¡Un poema!!… solo eso.