Soplan bien los cuatro vientos
de alegría, su sonrisa,
agradable y con ternura;
y en sus manos, la caricia,
suave como terciopelo
que jugando con la brisa
va ondulando ya su pelo
que se envuelve, que se riza,
con los vientos de un nuevo año
que el Señor le da la vida.
¡Oh que hermosa la Princesa,
que sonríe de alegría
al subir otro peldaño
que la llevará a la cima
porque juntos caminamos
hasta que oscurezca el día
en mi vida trajinada,
en mi vida ya cansina.
¡Oh que linda mi Princesa,
cuando tierna me acaricia!
Si jugamos en el suelo
el amor se multiplica
navegando entre los sueños...
¡Qué son sueños de una niña!,
porque dentro hay un tesoro
el que externamente brilla
porque basta con mirarla
regalando una sonrisa
cuando corre, cuando canta,
¡Con total algarabía!
¡Y cuán gozosa está mi alma,
para bien y para dicha
de este corazón alegre
porque alegre va la vida
celebrando a cada paso
que Dios dio una muñequita
con ojitos endulzados
por las mieles de abejitas
que volando van diciendo…
¡Aquí está una Princesita!,
que cumpliendo está cuatro años
¡Feliz cumple Fernandita!
Y esta dicha es para siempre
porque nunca más se olvidan
los amores y cariños...
¡De una linda nietecita!