Se me ha ido una sombra mía
un crepúsculo horizontal
una estancia secreta y llena.
Un estadio repleto de enseres,
mi columbario de palomas,
la flor verde en mi solapa.
Se me fue la hoja partida, el debido
respeto, la conmemoración nativa,
el ojo del huracán inexperto, la inocencia
amanecida. Se me fue latido a latido.
Sueño a sueño, con su ilusión de niña todavía.
Se me ha ido una sombra mía...-.
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