Calles desiertas
despiertan a la vida
del nuevo día.
Se va la noche
rompiendo las fronteras
de otras naciones.
Marcha al océano
y busca las Azores
y el Misisipi.
Es como un bucle
de ciclos, continuados,
con sus latidos.
Botón de magia
de sueños y utopías
insuperables.
Pequeño mundo
de lágrimas amargas
y de sonrisas.
Y en él, la vida,
un \"átomo\" pequeño
y delicado.
Hablo de ti,
pequeña mariposa
que me enamoras.
Hablo de mi,
poeta y soñador
que aquí te espero.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/08/22