Eres tú el dulce sonido
que al viento mi nombre exclama
en mi su canción derrama
y a su voz caigo rendido.
En mi pecho yace un nido
tejido con verdes ramas
ansía el fervor de tus llamas
y el compás de tu latido.
De mi lengua emerge un río
que desemboca en tus playas
se mece al son de tus palmas
se evapora en tus suspiros.
Eres tú sueño perdido
mi vértigo en madrugada
noble musa que proclama
a este corazón dolido.
Te he soñado tan seguido
que hasta el alba me reclama
volver jirones mi cama
fantaseando lo prohibido.
Ni la luna ha podido
aún siendo tan bella dama
darle un giro al panorama
poner norte en mi camino.
A las fauces del olvido
imploro devoren mi alma
pues ya no encuentra la calma
y me mata este delirio.
En penumbras yazco hundido
gran dolor mi pecho inflama
y mi ser triste proclama
no lograr su cometido.