Agosto 15…
Viajo encaramado en los vagones de la rutina,
recorro los laberintos del destino,
giro la ruleta de mis incertidumbres…
y veo como divagan mis pensamientos en lo insondable de mis dilemas.
Persisto en este transito diario…
intentando cruzarme con un suceso extraordinario…
que cambie este rito usual que se ha convertido en un trajinar tenaz de búsqueda continua.
Así amanezco cada aurora…
procurando desprenderme de lo trivial,
renunciando a lo banal,
alejándome de las burdas emociones,
abandonando las disputas intrascendentes,
cerrando la puerta a lo superficial,
llenándome de fe con cada rayo de sol…
y en cada reflejo lunar cargándome de esperanza…
de buenos propósitos…de brisas de aliento renovadas,
y de energía vital que me envuelva con su paz inmutable.
54 veranos transcurridos,
tantos como agostos cumplidos,
esquivando las penas del camino,
intentando arrancar el dolor de niño,
evadiendo los miedos y las dudas,
disimulando esta nostalgia cohibida…
y esta melancolía reprimida.
54 años de angustias disimuladas,
resolviendo los aprietos cotidianos,
remediando mis arrebatos contenidos.
648 meses peleándome con lo establecido,
dándole batalla a lo acostumbrado (…a lo normal),
jugándome el nombre contra esta sociedad acomplejada…
tratando de explicarles que surgí diferente…
que soy distinto al común de los mortales…
que ser auténtico no es ningún pecado…
que ser así no perjudica a nadie…
y que tengo un corazón lleno de aflicción, pero apasionadamente fraterno.
2815 semanas de vacilaciones,
con noches de insomnios dilatados…
y días de añoranzas entumecidas,
con días de aciertos y alegrías…
y noches de sosiego… de silencios perfumados.
2815 semanas…lidiando con la espera,
entre adioses y bienvenidas,
entre verdades y falsedades,
aguardando que el milagro aconteciera.
19710 días existiendo…
extinguiéndome poco a poco,
latiendo segundo a segundo…
sintiendo cada minuto…
cada hora resistiendo,
simplemente respirando…sigo viviendo…
y sigo viviendo…
viviendo…