Ben-.

Vacío y sin molestias (tres poemas)-.

Vacío y sin molestias

consternado y vacío

repetido y enésimo

reitero la dispensa

transformo en dios

la congratulada forma

el espacio ineficaz y volátil

el eje diurno: miro:

mas observo demasiada

hostilidad, cuerpos enteros

como brisa de campo y surcos,

restituirse a su sagrado bosque

entre tinieblas apagado.

Rememoro los días silentes

las metálicas selvas el aceite

nocturno de las agrimensoras

cabinas desvencijadas; son alas

de un retorno, que al aire

retroceden y escampan

su copa de pino, doblada.

Sobre mi propio cuerpo

se ahuyentan desde ahora

los vencejos y el oro, la mitad

del cielo, el recuperado desdén.

 

 

II-.

 

Sin duda se ausentarán

causa desconocida en el llanto

las hojas del vacío en su reiterado

instante de copas disecadas.

Sin embargo, disculpas aceptadas,

me lloran desde abajo, las convulsivas

miradas centrales, los esquifes latinos,

su súbita orientación de relente.

Conmueven en mí las hojas del cieno

los pájaros adornados, las festivas deidades,

los fugaces ornamentos del alba.

Me trituran, si es que todavía lo hacen

sus dientes de sierra y angostura, sus

petates llenos de estiércol y rocío.

 

III-.

 

Creo en la sustancia interior la que atraviesa miradas enteras y suceden el cerco del abominado pesticida donde quedan las treguas y los depósitos de gasolina vacíos; sus sueños de repentino órgano auditivo, las distancias destruidas por el aliento de las fieras, donde duermen bajo palio los abejarucos, las infectadas alas polvorientas, esparcidas entre túneles de llanto hermético. Oh dios venidero! En tu propia sustancia sin el verdor de las sombras y los sótanos deducidos!

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