Un día en la tarde,
en aquel patio del liceo,
dos jóvenes soñadores;
cuando llegaba la noche,
casi mordiendo el atardecer;
se miraron al pasar,
sintiendo cierto deseo;
entre amigos y conocidos,
de ellos nadie hablaba,
al final nadie sabía nada;
pasó el tiempo y los años,
en su mente quedó grabada,
la imagen de aquel momento,
de aquella mirada;
jóvenes que algo despertaban,
y en sus mentes lo guardaban,
el recuerdo sin conocerse,
con el tiempo los esperaba;
un sábado por la tarde,
la plaza los juntó,
ya no eran jóvenes,
el tiempo y sus recuerdos,
los llamó.