Vienes y te vas, vuelves cuando quieres y no puedo negar que con la misma sonrisa te espero en cada regreso.
De nuevo, te vas en un abrir y cerrar de ojos.
Caes por la noche reviviendo mi insomnio de golpe.
Te cuento entre líneas la razón por la cuál te permito marcharte y por la cuál aún así te espero cada vez.
Ven, ven de nuevo que yo te espero, aquí estoy y después, márchate y se feliz en ese fugaz instante que te lo permites, ven y luego vete, que así estamos bien.
¿Vienes o voy por tí?, ¿te vas o te llevo? Ya sabemos el principio y fin de este juego.
- Santiago Ch.