Yo soy la Gladiadora de la Vida,
que puede Demoler Montañas de Envidias Y Desatinos...
Aunque mi cuerpo se haga Polvo
y duela en espasmos agudos,
de tantos
horrores e Injusticias padecidos...
Yo soy la Gladiadora de la Vida,
que audaz
deviene en Ángel en ese Vuelo al ras
de tus Emociones...
Yo soy la Gladiadora de esa turbia Sensación
de hundirse en el Lodo
de los Cobardes...
Y la misma que se yergue Tenaz en el Pantano
de lo Indecible
y de las más Injustas Adversidades...
La Gladiadora de la Cálida Pureza,
Y la de la Ponzoña Letal
que defiende
sus Versos y sus Palabras...
La misma Gladiadora de la Vida
que escribe en Rebeldía
Poemas
sin Rimas ni Métricas
que limiten sus Libertades...
Yo soy la Némesis
de la Justicia y la que no Olvida...
Yo soy la Gladiadora de la Vida
que se deshace,
en estos Rudos e Incomprensibles
Silabarios...
Mientras la Sal y el Fuego Índigo de sus Lágrimas
atascadas,
(Limpia, sin Prisa y sin Pausa,
las Cenizas,
de su Propia y Mítica,
Cartago)...
(Patricia)