Podrán los vientos fuertes volcarme contra el suelo,
la vida en su tristeza me cubrirá de lágrimas;
también habrá alegrías, con éxitos, templanzas,
y pasará la vida, y pasarán los años…
Y volverán jornadas de alegres pasatiempos,
y en contraste continuo se alargarán mis días.
Entre el blanco y el negro descifraré mis noches,
pero, a pesar de todo, cual compañía atónita,
como princesa pura, tendré mi poesía…
mi compañera eterna, mi camarada fiel,
cual amiga incesante, mi sedentario fin...