Tu nombre anticipa el sol
sin dejar atrás la luna.
Tu nombre ensancha el día,
alarga las sombras
y cuelga en tu cintura.
Tu nombre se mueve
entre tus pechos,
pende de tu cuello
y alumbra con tus ojos
que sonríen como estrellas
en la noche más oscura.
Tu nombre sabe a besos,
agua de sal cristalina
y aroma de fruta madura.
Wanda, tu nombre
es la llave del amor,
mi tiempo, destino y fortuna.